viernes, 24 de junio de 2011

Ayer hablando con una emprendedora recordé un concepto que aprendí en mi MBA y que veo a menudo en muchos emprendedores.  El "punto de no retorno". Ella estaba ahí.


Si dibujas una curva de desarrollo de un proyecto empresarial al principio señala hacia arriba -es la fase de la idea creativa-, y baja de golpe cuando la realidad del día a día llega a casa. Una realidad en la que realizar un proyecto es un trabajo duro y donde el emprendedor encuentra un obstáculo tras otro: los socios no tienen más fe en el proyecto, las solicitudes de financiación son rechazadas, el banco rechaza ampliar el préstamo, demanda que no aparece, etc, etc. La curva puede dar un giro drástico a peor y lograr un punto descrito como "punto de no retorno", punto en que el proyecto está a 2 mm de morir. Cuando no crees en tu idea. Cuando los conflictos con tus colegas más cercanos te llevan a un punto de ruptura. Cuando siguen apareciendo sorpresas incómodas e impredicibles... Entonces sucede. La curva cambia de dirección.

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