Unas notas de este "viaje":
La discusión más extendida ha sido si el mundo hay que cambiarlo desde el nicho de mercado impulsado por los emprendedores sociales y los fondos de inversión social o si hay que hacerlo de manera general atacando desde todos los frentes (bancos, corporaciones, etcétera). Dicho de otro modo, ¿cómo se legitima la gobernanza de este nuevo sector?
Otro tema interesante fue la discusión en torno al coste de medición del impacto social de estas empresas, no es sólo que sea difícil medirlo sino muy caro también. Esto pone en entredicho la eficiencia de medir, y si ponemos en cuestión precisamente la eficiencia de medir estamos en peligro otra vez de defender a las organizaciones sociales por sus buenas intenciones y no por sus buenos resultados.
La discusión tantas veces oída en mi país acerca de si el sector puede perder el alma por culpa de los beneficios de estas empresas, era inexistente en este evento. Me reafirmo, ese "alma" en este contexto no es más que una excusa para no ser eficiente. Existe un capitalismo social, hay demasiados ejemplos como para ponerlo en duda. Avancemos.
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