- Se reconoce en el sector a la tipología de empresas con misión social y ánimo de lucro
- Crece el número de fondos de inversión para financiar empresas sociales, especialmente en el tercer mundo alentadas por el éxito de la industria del microcrédito
- Hay un "hambre moral" de encontrar nuevos destinos para el uso del capital que combinen lo económico y lo social. Consecuencia de ello, las empresas sociales ya no sólo interesan a un grupo "nicho" de inversores sociales, también al sector de capital riesgo tradicional
- Los inversores están inventando modelos innovadores. Por ejemplo, Profounder que permite a emprendedores del primer mundo construir páginas web personalizadas para levantar dinero de amigos y familia. O por ejemplo Village Capital un fondo de inversión que organiza a un grupo de emprendedores para que decidan colectivamente quien debería recibir la inversión.
- Se consolidan sistemas de certificación como el Global Impact Investing Rating System para determinar lo que se considera una "inversión de impacto", entre empresas sociales y empresas socialmente responsables
- El sector crece despacio por varios motivos: porque no hay historias de éxito bien documentadas y porque la ausencia de sistemas de valuación y medición del impacto social consolidados hace muy difícil la labor de los analistas de inversiones de comparar entre distintas oportunidades
La 4ª edición parece que será en Europa (!)
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